Hoy hice cuentas de cuántas veces lloré esta semana, 6/7, incluyendo hoy, y me di cuenta que no sirve de nada, llorando o no estaré igual, pueden perderse las lágrimas pero no se perdera el dolor, pero hoy (raramente) amanecí de buen humor, amanecí con ganas de ser feliz, me di cuenta que a mi edad y teniendo esos problemas de depresión, da hasta pena. Hoy seré feliz, y así seguire, me haré propositos y veré este camino  en el que nadie me puso  de una manera positiva, digo si me metí aqui es porque la meta es mi triunfo y no mi derrota, no comeré y eso me hara feliz, vamos yo se que puedo, ayer en Inglés (en ese curso que me metí por necesidad de aprender y no estar en casa) me saque un 100 en el examen, bien, no soy un asco para todo, soy buena en muchas cosas, pero no lo acepto, hasta hoy. Hoy me quiero, hoy me veré al espejo y no me gustaré entonces eso me hara a ser feliz que voy por el camino correcto hacia mi 54. Que contradictorio suena, pero no me importa. Saldré hoy y probablemente me compraré ropa, mamá me obligara a comer diciendo no es posible que seas talla S y no te aceptes, quizas me enojo pero no no tengo ganas, me di cuenta que yo y el ruido no vamos juntos, definitivamente prefiero mi soledad y música tranquila. Hoy todo bien, me sigo sin aceptar, pero lo haré. Lo sé.